lunes, 5 de noviembre de 2012

Un golpe bajo a la ilusión


En la segunda jornada de competencias del Pentatlón Valentina Álvarez no pudo contra sus rivales directas y consiguió el cuarto puesto en la Final de los Juegos Nacionales Evita. 


Sí fue un cuarto puesto. Podría haber sido plata o bronce. Podría… Pero la realidad indica que se escaparon. Hoy Valentina Álvarez está entre las cuatro mejores de Argentina en Pentatlón, una competencia atlética que consta de cinco pruebas y en la cual se encontró con la mejor versión de Fiorella Chiappe -que venía de participar con una destacada actuación en el sudamericano que se disputó en Mendoza- y con Magdalena Galván de Córdoba y Celeste Cabezas de Mendoza en un gran nivel.


Quedaban las últimas tres pruebas para lograr el objetivo de la medalla, pero no alcanzó el esfuerzo y las ganas para superar las marcas rivales. 

Esta competencia que combina cinco especialidades comenzó el sábado y Valentina había hecho una muy buena actuación en salto en alto con una marca de 1,58 mts. con la que superó a Fiorella Chiappe (la reciente sub campeona sudamericana en salto en alto y campeona argentina de heptatlón) y eso ilusionaba al entrenador, Gerardo Chichiri, y a nosotros mismos con que obtendría un galardón . Antes había competido en los 100 metros con vallas y si bien es una de sus debilidades quedaba mucho por delante.

En el inicio de la segunda jornada de competencia todo hacía parecer que se encaminaba al objetivo.  La primera prueba fue salto en largo y Valentina quedó segunda en su grupo, después fue el turno de lanzamiento de bala en la cual quedó primera entre las suyas y si bien quedaba pendiente cruzar los resultados con el otro grupo de rivales y la última disciplina, todo hacía pensar que se podía alcanzar el objetivo del podio.

En los 800 metros competía con sus contrincantes directas y si bien todavía tenía posibilidades era sabido que iba a resultar muy difícil lograr el objetivo de medalla. Finalmente el  desempeño de la mendocina Celeste Cabezas fue excelente y tiró por tierra las esperanzas  propias y ajenas.  

El resultado final se pudo saber al final del día y sólo corroboró el sentimiento de tristeza que se había instalado en el equipo ni bien terminó la competencia. 

El final de un sueño y de un año de trabajo. Aunque aún quedan otros objetivos. No queda mucho tiempo para reponerse y volver a competir, porque en pocos días más (27, 28 y 29 de noviembre), y de nuevo en Mar del Plata, se jugará la final de los Juegos BA2012 donde Valentina tendrá una nueva oportunidad para  destacarse. 

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